sábado, 20 de septiembre de 2008

Amateur (17 de septiembre del 2008)

Son tantas las palabras que a veces se confunden. Y nos confunde, claro. O precisamente, no tan claro. Sobre todo cuando esas palabras, pequeños símbolos de cuerpo inasible, intentan denotar nuestras vida, su esencia , sus pasos.
Son tantas las palabras que a veces se confunden. Y nos confunde, claro. Se llama profesional a aquel que hace lo correcto, que camina sobre la línea, amparado en su diploma de oropel y sus medallas de celofán, siguiendo las coordenadas preestablecidas. Y por cierto, no es poco mérito. ¿Quién no quiere jactarse de ser un profesional?
Suele llamarse amateur a aquel que es un aficionado. La concepción general del matear lo concibe como alguien carente de suficiente jerarquía, alguien denigrado su rango, postergado a la correcta compasión o disimulada la burla. Pero son más las interpretaciones que las palabras, y estas confunden más aún. En su sentido más etimológico, el vocablo francés amateur proviene de amante. Amateur es aquel que ama lo que hace y lo que hace es mucho más que una mera y facunda profesión: es un oficio. Un puro, genuino y noble oficio.
Son tantas las palabras que a veces se confunden. Se considera poco serio aquel que se ríe, cuando la risa- se sabe- es la manera más atávica y mágica de burlar la muerte y abordar sabiamente la vida. No se trata de hacerse el vivo: se trata de estar vivo. Se considera serio aquel que toma lo dado, inmutable, aunque no sea más que un envoltorio lleno de absurdos. en fin, se confunde la seriedad con la solemnidad.
Aunque se sepa muchas, el amateur se sabe aprendiz eterno y eso lo hace más sabio. El profesional, en cambio, se las be todas hasta que un día ve que esas todas siempre son pocas. Sí son muchas o las palabras y tantas, pero tantas son que a veces se confunden y por cierto, ya empiezo yo a confundirlas a ellas y ustedes. Pero son tan pocas las verdades que algunas, por sencillas e incluso algo trilladas, siguen siendo lapidarias. Y una de ellas es nadie hace mejor las cosas que cuando se las ama. Pero claro, si uno no es verdaderamente amateur o amante , entonces de nada servirán tantas palabras.

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